- Lucas Mittelmeier, Heal Capital: "Los cambios normativos pueden crear mercados masivos".
- Kai Langohr, Isartal Ventures & Isartal Health Media: "La telemedicina y el mercado asistencial son temas clave."
- Dorothée Marie-Louise Doepfer, Instituto de Salud de Berlín en Charité: "La bioimpresión, los gemelos digitales y los sistemas de apoyo a la toma de decisiones nos parecen apasionantes."
- Las principales conclusiones de las tres entrevistas
Lucas trabaja en Berlín. Pero cuando empieza nuestra conversación, está sentado en una habitación de hotel en Finlandia. El inversor está asistiendo a SLUSH, un evento de start-ups y tecnología en Helsinki. Su primera impresión tras ojear la lista de jóvenes empresas: "Da la sensación de que en este momento sólo hay dos campos: la salud mental y la salud de la mujer". Su empresa, Heal Capital, invierte en empresas "que mejoran el sistema sanitario y tienen componentes digitales en su núcleo: Nos centramos en el software".
Absolutamente. Un número sorprendente de start-ups se dedican a la salud femenina y a temas como la menopausia, la endometriosis y el parto. El otro gran grupo se centra en la salud mental, a menudo en modelos de empresa que ofrecen herramientas para la salud de los empleados. Estos temas predominan más que otros en SLUSH, a pesar del escepticismo de muchos inversores, ya que hasta la fecha han surgido pocos unicornios.
Históricamente, ambos campos han obtenido bajos rendimientos. Esto se debe en parte a que el sistema sanitario recibe menos dinero. Por ejemplo, desgraciadamente todavía no hay tratamiento ni reembolso de seguros para ciertas enfermedades que podrían dar dinero. De ahí que apenas hayan surgido grandes empresas en Europa, aunque a muchos les gustaría que así fuera.
Los regímenes públicos de pensiones están bajo presión, en Inglaterra o Alemania, por ejemplo, las cajas de enfermedad: las cotizaciones aumentan, la gente enferma durante más tiempo. Luego está el debate sobre las pensiones, otra parte del sistema de seguridad social. Todo está implosionando. Y ahora, a principios de año, Inglaterra permite cada vez más que los proveedores de servicios privados pasen a formar parte del Servicio Nacional de Salud (NHS), porque el propio sistema ya no da abasto. Desde el punto de vista de la financiación, será interesante ver si se abren grandes presupuestos.
Automatización de tareas repetitivas mediante IA, por ejemplo, asistentes de consulta que respondan a las preguntas de los pacientes. Herramientas de toma de notas que crean automáticamente informes médicos o herramientas de planificación de turnos que organizan las sustituciones a corto plazo.
Por ejemplo, AI Drug Discovery, la IA como investigadora de nuevos fármacos, recibió miles de millones de inversión, pero a menudo fracasó en los ensayos clínicos. No todo lo que se etiqueta como IA es oro. Algunas herramientas de IA son características intercambiables, pero no las empresas. Además, hoy en día casi cualquiera puede construir algo rápidamente gracias a los modelos de código abierto, razón por la cual no invertimos aquí.
El reparto de ingresos es eficaz, por ejemplo con los radiólogos: una herramienta de IA analiza las imágenes como servicio adicional. Si el paciente paga, la start-up y el radiólogo comparten los ingresos. Un ejemplo similar es el seguimiento de la insuficiencia cardíaca con ayuda de la IA: los pacientes utilizan relojes inteligentes y básculas, mientras que los médicos pueden analizar y facturar sus datos.
Aún no puedo dar detalles públicamente, pero pronto los daré. Según mi experiencia, hay que tener buen olfato para un tema. Y luego un equipo fundador lo suficientemente ágil como para abrirse camino. Cuando se produce un cambio normativo, puede llegar a ser absurdamente grande. Porque la influencia de la reglamentación en este mercado es enorme.
Con las aplicaciones sanitarias digitales (DIGA), no estábamos seguros desde el principio de cómo podría ampliarse. Por desgracia, es aún más difícil de lo que pensábamos. Creo que el sector apenas está descubriendo cómo ganar dinero con ellas. Para mí, este es el niño más difícil del sector de la tecnología sanitaria.
- Los cambios normativos crean oportunidades: Normativas como la integración de proveedores privados en los sistemas sanitarios estatales (por ejemplo, el NHS) pueden abrir nuevos mercados y grandes presupuestos. Entender la dinámica reguladora es esencial para gestionar las inversiones y reconocer el potencial del mercado.
- La salud mental y la salud de la mujer dominan, pero ganan poco: Las start-ups del ámbito de la salud mental y de cuestiones específicas de la mujer, como la menopausia o la endometriosis, están muy representadas. Sin embargo, a pesar de su relevancia social, aquí sigue habiendo pocos unicornios y escasa rentabilidad, ya que a menudo faltan modelos de financiación y reembolso.
- Las soluciones de IA destacan en automatización: Las herramientas de IA que automatizan tareas repetitivas como informes médicos, preguntas a pacientes o planificación de turnos son prometedoras. Al mismo tiempo, conceptos sobrevalorados como AI Drug Discovery suelen fracasar en la aplicación práctica, lo que subraya la importancia de un claro valor añadido.
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